martes, 1 de marzo de 2011

¿Se DiCE así? (Parte V.)

Antes de terminar nuestra reflexión sobre las posibles herramientas a las que un aprendiz de lengua puede acudir para resolver sus dudas en cuanto a la combinación de palabras, no podemos dejar de mencionar un método algo rudimentario, que seguramente muchos de nosotros hemos utilizado en alguna ocasión: los buscadores de Internet.
Podemos introducir una colocación, entrecomillada, en un buscador, por ejemplo Google. El número de resultados de búsqueda nos permite estimar la frecuencia de uso de la combinación, además podemos encontrar ejemplos contextualizados de la expresión buscada.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que en el ámbito académico a menudo se desaconseja el uso de herramientas como Google (véase por ejemplo un artículo de Kilgariff) para este tipo de búsquedas por ser poco fiable, dado que se trabaja sobre textos que no han sido verificados y clasificados, como serían en un corpus, y que no necesariamente han sido redactados por nativos. Además los buscadores comerciales aplican unos parámetros para ajustar las páginas devueltas por una búsqueda al usuario concreto, por tanto los resultados de una consulta puramente “lingüística” pueden verse distorsionados.

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