Como todos sabréis está de rabiosa actualidad el tema de la
supuesta paternidad no reconocida por parte del rey Juan Carlos. Son numerosos
los titulares que hacen referencia a esta cuestión y que nos han hecho reparar
en las expresiones “hijo bastardo” o “hijo
ilegítimo”. Consideramos que en ambos casos estamos ante ejemplos de
colocaciones puesto que sendos adjetivos, “bastardo” e “ilegítimo”, adoptan un
significado específico al unirse a la base “hijo”. Ambas colocaciones se
refieren a hijos nacidos a partir de una unión no matrimonial.
Este adjetivo se puede aplicar con el mismo significado a
“hermano” o “persona” y, como curiosidad etimológica, hemos comprobado que el
posible origen proviene del francés “bâtard” (‘bastardo’) que a su vez procede del
germánico “bansti”, cuyo significado es ‘granero’, haciendo referencia al lugar
en el que se concebían los hijos ilegítimos.
El adjetivo “bastardo” es bastante productivo y se une a
otros sustantivos para formar expresiones como el caso de “letra bastarda”. Estaríamos
ante una colocación referida al tipo de letra manuscrita que se caracteriza por
tener un trazo inclinado hacia la derecha. La letra de imprenta denominada
cursiva o bastardilla imita los rasgos característicos de la letra bastarda.
De forma genérica, letra bastarda se refiere a aquella que imita la letra escrita a mano y en todo caso, la motivación del uso de este adjetivo puede tener que ver con el significado ‘que degenera de su origen o naturaleza’ recogido en la RAE. Curiosidades de la lengua.
De forma genérica, letra bastarda se refiere a aquella que imita la letra escrita a mano y en todo caso, la motivación del uso de este adjetivo puede tener que ver con el significado ‘que degenera de su origen o naturaleza’ recogido en la RAE. Curiosidades de la lengua.
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