martes, 20 de enero de 2015

Bastardía


Como todos sabréis está de rabiosa actualidad el tema de la supuesta paternidad no reconocida por parte del rey Juan Carlos. Son numerosos los titulares que hacen referencia a esta cuestión y que nos han hecho reparar en las expresiones  “hijo bastardo” o “hijo ilegítimo”. Consideramos que en ambos casos estamos ante ejemplos de colocaciones puesto que sendos adjetivos, “bastardo” e “ilegítimo”, adoptan un significado específico al unirse a la base “hijo”. Ambas colocaciones se refieren a hijos nacidos a partir de una unión no matrimonial.

Este adjetivo se puede aplicar con el mismo significado a “hermano” o “persona” y, como curiosidad etimológica, hemos comprobado que el posible origen proviene del francés “bâtard” (‘bastardo’) que a su vez procede del germánico “bansti”, cuyo significado es ‘granero’, haciendo referencia al lugar en el que se concebían los hijos ilegítimos.

El adjetivo “bastardo” es bastante productivo y se une a otros sustantivos para formar expresiones como el caso de “letra bastarda”. Estaríamos ante una colocación referida al tipo de letra manuscrita que se caracteriza por tener un trazo inclinado hacia la derecha. La letra de imprenta denominada cursiva o bastardilla imita los rasgos característicos de la letra bastarda. 
De forma genérica, letra bastarda se refiere a aquella que imita la letra escrita a mano y en todo caso, la motivación del uso de este adjetivo puede tener que ver con el significado ‘que degenera de su origen o naturaleza’ recogido en la RAE. Curiosidades de la lengua.